Cada 18 de julio se celebra el Día de la Vaquita Marina pero sólo ha servido para que las instituciones encargadas de su protección sólo publiquen una imagen alusiva, sin informar los resultados y avances en su protección. Ante tantas omisiones, la Vaquita marina se extinguiría en el sexenio de López Obrador.
Actualmente la Vaquita Marina (Phocoena sinus) está en una carrera contra la extinción. En México quedan tan solo 10 ejemplares y no hay confirmación de crías nacidas durante el 2022.
El monitoreo de esta especie comenzó en 1997 cuando se creó el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA) cuando aún quedaban 568 ejemplares.
En estos 25 años la pesca ilegal se incrementó por la demanda excesiva del totoaba (Totoaba macdonaldi) que le han llevado también a estar en peligro de extinción.
El tráfico de la totoaba se debe al consumo de la vejiga natatoria como parte de la medicina tradicional asiática.
La pesca furtiva alcanza a las vaquitas, quienes mueren atrapadas en las redes de pesca.
Desde el año 2000 diversas organizaciones internacionales como World Wildlife Fund (WWF), GreenPeace y Sea Shepherd denunciaron que el saqueo del Golfo de California estaba exterminando a la vaquita marina.
Sin embargo no se atendió hasta que su número se redujo a 97 en el 2005.
En 2012, el tráfico de totoaba llegó a cotizar el kilo de vejiga de 500 a 2 mil dólares, por lo que el crimen organizado se apoderó del mercado manejando al menos el 40% de la pesca nacional.
Con la crisis sanitaria del COVID-19, los mercados de Asia incrementaron el valor del totoaba colocándolo como el pez más caro.
Su precio se elevó en el mercado negro hasta en 25 mil dolares el kilo (mas de medio millón de pesos) por lo que aumento el contrabando.
Un negocio millonario que dejó a la vaquita marina sin protección durante dos años.
Con la desaparición de CIRVA, actualmente no hay presupuesto ejercido, ni titular a cargo ni reportes de acciones.
El 24 de septiembre del 2020 se decretó una Área de Tolerancia Cero de tan solo 225 km2.
Esto fue insuficiente para la protección de totoaba y mucho menos para la vaquita marina, la cual necesitar realizar extensos recorridos para su alimentación.
Durante diciembre del 2020 embarcaciones de Sea Shepherd fueron atacadas por primera vez por comandos armados, cuando antes sólo eran atacados por pescadores locales.
Las denuncias acerca del control de las aguas pesqueras y de los refugios de la vida silvestre por parte de las células criminales ha traído la persecución de biólogos, activistas y líderes locales.
Ante las amenazas, la desaparición forzada o los ataques, han preferido retirarse poco a poco.
Pesqueros locales han demandado a la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) protección para no ser extorsionados por el crimen organizado.
También han pedido recursos para la modernización de equipos de pesca a los que están obligados.
Desde el 2021 Sea Shepherd unió su “Operación Milagro” con la Secretaría de Marina Armadas de México (SEMAR) en donde denuncian la presencia de embarcaciones pesqueras en la Área de Tolerancia Cero.
Sin embargo, el resto del Golfo de California continúa sin un programa adecuado para la detención de pescadores ilegales.
En el portal nacional de transparencia, para la protección de la Vaquita Marina solo existen pagos de:
- Viáticos de funcionarios que van a la Ciudad de México a reuniones
- Pagos de boyas pesqueras que encontradas en la zona de tolerancia cero
- Pago de dos personas por el monitoreo del “programa permanente»
No existe ninguna partida presupuestal asignada a la atención veterinaria o a la investigación de esta especie mexicana.
Si no se actúa ahora la vaquita marina se extinguiría en el sexenio de López Obrador.
lo menos importante para los animales humanos es proteger, cuidar y ser conscientes de la vida de los otros seres vivos con los que compartimos el planeta. No es prioridad; hasta que ya no haya biosfera. ☠️🌎