Una investigación reveló que la duración de la misión espacial está asociada con cambios específicos en el cerebro de los astronautas, observando que en las misiones más largas se correlacionan con una mayor expansión del ventrículo lateral derecho y del tercer ventrículo. Sin embargo, interesantemente, gran parte de esta expansión parece ocurrir durante los primeros 6 meses en el espacio y luego disminuir en misiones más prolongadas.
Los vuelos espaciales han sido una hazaña asombrosa desde el punto de vista científico y tecnológico, pero también conlleva un importante desafío para el cuerpo humano. Los astronautas que participan en estas misiones enfrentan diversos factores de riesgo, como la radiación, la microgravedad, el aislamiento social y el confinamiento en entornos cerrados.
Además, la duración de las misiones y la experiencia previa en vuelos espaciales pueden tener un impacto significativo en la estructura cerebral de los astronautas.
Para esto se estudió una muestra de 30 astronautas y se evaluaron diferentes aspectos de la morfología cerebral, incluyendo el volumen de la materia gris cerebral, la microestructura de la materia blanca y el volumen ventricular.
Se encontró que los intervalos más largos entre misiones espaciales también se relacionan con una mayor expansión de los ventrículos después del vuelo.
Los astronautas que tienen menos de 3 años para recuperarse entre vuelos sucesivos mostraron poco o ningún agrandamiento de los ventrículos lateral y tercero, lo que sugiere que este tiempo es insuficiente para que los ventrículos recuperen completamente su capacidad compensatoria.
Estos hallazgos son cruciales para comprender mejor los efectos de los vuelos espaciales prolongados en el cerebro humano, especialmente considerando que las misiones humanas a Marte están en el horizonte.
Comprender si los cambios cerebrales continúan durante la exposición prolongada a la microgravedad o si se estabilizan en algún momento del vuelo es fundamental para garantizar la seguridad y el bienestar de los astronautas en futuras misiones espaciales.
En resumen, los vuelos espaciales inducen cambios significativos en la morfología del cerebro humano, y la duración de la misión y la experiencia previa en vuelos espaciales son factores clave que influyen en estos cambios.
El estudio de los astronautas y el seguimiento de su salud cerebral son esenciales para garantizar el éxito y la seguridad de las futuras misiones espaciales, abriendo así la puerta a un emocionante futuro en la exploración del espacio.
Fuente: McGregor, H.R., Hupfeld, K.E., Pasternak, O. et al. Impacts of spaceflight experience on human brain structure. Sci Rep 13, 7878 (2023).