Ahora que los millonarios como Jeff Bezos han llegado al límite del espacio, ¿eso basta para ser un astronauta?
La afirmación, realizada por la empresa de vuelos espaciales del exdirector general de Amazon, ha sido recibida con escepticismo por algunos expertos.
«Para ser un astronauta estos han completado su entrenamiento y están listos para el lanzamiento» , anunció Blue Origin , la compañía de vuelos espaciales suborbitales propiedad de Bezos, en Twitter el 19 de julio (19 de julio). Menos de 10 horas después, a las 9:22 am EDT, Bezos y otros tres pasajeros: Mary «Wally» Funk, una aviadora de 82 años; Oliver Daemen, hijo de 18 años de un director ejecutivo de un fondo de cobertura holandés; y el hermano de Bezos, Mark, terminaron su vuelo exitoso, de poco más de 10 minutos, al aterrizar en una nube de polvo no muy lejos del sitio de lanzamiento del cohete New Shepard en el oeste de Texas, informó Live Science .
En el punto más alto de su ascenso, la cápsula de pasajeros de Bezos cruzó la línea Kármán, el límite de 62 millas (100 kilómetros) sobre el nivel del mar que algunos científicos usan para demarcar dónde termina la atmósfera de la Tierra y comienza el espacio exterior.
Entonces podría parecer un caso abierto y cerrado: el hombre más rico del planeta fue al espacio exterior, por lo que debe ser un astronauta. Pero se necesita más que cruzar una frontera para ganar el título, dijeron los expertos espaciales.
«‘Entrenando'», tuiteó Scott Manley, un comentarista espacial, en respuesta a Blue Origin. «Recuerde que Wally [Funk] tiene más experiencia de vuelo que cualquier astronauta en el espacio en este momento». Funk ha registrado 19.600 horas de vuelo en una variedad de aviones y ha enseñado a volar a más de 3.000 personas.
Funk, quien se preparó para ser un astronauta como parte del programa Mercury 13 de 1961 pero fue excluida de los vuelos espaciales por la NASA debido a su género, es el único miembro de la tripulación con entrenamiento de vuelo.
Por lo general, para calificar como solicitante de un programa de capacitación de la NASA y ser un astronauta, se debe tener una maestría en un campo STEM y dos años de experiencia profesional relevante o 1,000 horas de tiempo de piloto al mando registrado en un avión a reacción.
Después de cumplir con este primer requisito, deben pasar una extenuante evaluación física antes de embarcarse en un curso de capacitación básica de dos años, en el que aprenden todo, desde cómo pilotar una nave espacial hasta cómo comunicarse en ruso con el Centro de Control de Misión de Rusia. según la NASA.
Una vez que han pasado la formación básica, se evalúa la idoneidad para ser un astronauta de la NASA antes de ser asignados a una misión, para la que pueden tardar varios años en prepararse antes de emprender el vuelo. Las tripulaciones de la Estación Espacial Internacional tienden a entrenar durante dos años para pasar seis meses en el espacio.
En 2017, más de 18,000 personas se postularon para la clase de astronautas de 2017 de la NASA, pero solo 12 fueron seleccionadas para recibir capacitación adicional.
En contraste, Bezos y su tripulación recibieron solo 14 horas de entrenamiento durante dos días antes de despegar, durante el cual fueron preparados para procedimientos nominales, «fuera de lo nominal» y de emergencia dentro de la cápsula de pasajeros, dijo el director de vuelo principal de Blue Origin, Steve Lanius, durante una conferencia de prensa del 18 de julio .
Aparte de la experiencia previa de Funk, estas 14 horas constituyeron el único entrenamiento que recibieron los miembros de la tripulación.
Charles Bolden, exadministrador y astronauta de la NASA, dijo que para ser un astronauta, los candidatos deben estar preparados para volar el vehículo y trabajar en situaciones de emergencia, tareas que el New Shepard, como nave autónoma, está diseñado para evitar que sus pasajeros realicen. .
«Cuando hablas de turismo, quieres tratar de sacar la interacción del ser humano del juego tanto como puedas, para que puedas tener un turista», dijo Charles Bolden, exadministrador y astronauta de la NASA, a CBS News antes. el lanzamiento.
«Me sorprendió que estuvieran subiendo las escaleras. Lo más estresante que harán hoy, físicamente, es subir al vehículo».
La definición de ser un astronauta, a fin de incluir a un profesional capacitado, un turista espacial o realmente cualquier persona que esté flotando momentáneamente sobre nuestras cabezas podría convertirse en un futuro debate lingüístico, a medida que más y más turistas se embarquen en vuelos suborbitales.
De de acuerdo a la definición oficial de la NASA la definición de ser un astronauta, es ser como miembro de la tripulación a bordo de una nave espacial y como alguien que hace de la «navegación espacial» su profesión.
Y luego está el debate sobre dónde comienza el espacio.
Algunas personas dicen que comienza en la línea Kármán, donde la atmósfera se vuelve demasiado delgada para sostener un avión normal en vuelo. Otros sostienen que la línea puede llegar hasta 93 millas (150 km). Según una definición, Bezos podría ser un astronauta. Por el otro, ni siquiera es un turista espacial.
«Estoy razonablemente seguro de que no existe una definición única y convincente para ‘el borde del espacio'», dijo a Business Insider Edwin Turner, profesor de ciencias astrofísicas en la Universidad de Princeton .
Turner dice que una definición popular de espacio debería ser la altitud más baja a la que una nave puede completar una órbita de la Tierra (sin necesidad de impulsarse) antes de que la fricción atmosférica la frene y la arrastre de regreso a la Tierra.
Esto puede significar que una aeronave de un tamaño o forma podría llegar al espacio antes que otra, o que la línea podría cambiar por cambios en la atmósfera, agregó.
Quizás basarse únicamente en las definiciones no sea de ayuda. Después de su breve viaje suborbital, la mejor manera de considerar si ‘astronauta’ pertenece al CV del CEO de Amazon podría ser preguntar si ahora está calificado para trabajar como tal. Si esa respuesta es un no, el trabajo y el título probablemente deberían dejarse en manos de los profesionales.
Publicado originalmente en Live Science.
